La figura del piloto italiano Marco Simoncelli, trágicamente fallecido el 23 de octubre de 2011 en un accidente en Sepang, ya es eterna Coriano, localidad donde habitaba.
Lo que antes era un pequeño lugar de culto para los aficionados con una pancarta del 58 y una verja donde dejar sus velas, flores o mensajes, ahora se ha colocado el llamado ‘Il podio del Sic’ un momumento que representa el cajón al que se suben los pilotos tras ganar carreras y que lleva un gran número 58 sobre él.
Pero aquí no terminaron los actos de homenaje a Supersic, como cariñosamente se le conocía en los circuitos, ya por la tarde se procedió a la inauguración de un museo con numerosas salas en las que se encuentran cientos de recuerdos cedidos por los padres del piloto, Paolo y Rosella.
Como imágenes del campeón del mundo en la categoría de 250 cc en 2008, algunas de ellas inéditas, que recuerdan su trayectoria profesional.
Y otras más personales, en las que se puede ver a Sic, antes de la carrera, con su novia Kate de paraguera.
No faltan recuerdos de sus comienzos e, incluso, un curioso kart con el dorsal 58, el que paseó con orgullo siempre por todos los circuitos.
Ni una réplica de la moto que pilotó hasta su muerte en Malasia, que fue subastada por la Fundación Marco Simoncelli, y comprada por Carmelo Ezpeleta, quien la regaló a los padres de Superpippo para que la exhibieran en este museo único.
También se pueden ver curiosos recuerdos, como su título de campeón del mundo, gorras y otros objetos del corredor nacido en Católica en 1987.
Y por supuesto, su afición a practicar todo tipo de deportes de dos ruedas, como el motocross, hobby que compartía con su íntimo amigo Valentino Rossi. Un museo que, seguramente, será un lugar de culto para todos los amantes del motociclismo y con el que se recordará para siempre al genial piloto italiano.