Lección magistral de Rossi con dedicatoria a Salom y apretón de manos a Márquez

 

Carrerón. Es la palabra para calificar la victoria de Valentino Rossi en Montmeló. Tras un fin de semana complicado, sin ritmo y clasificando quinto, el nueve veces campeón del mundo, que en la salida perdió tres posiciones, fue remontando y en la cuarta vuelta se puso líder de la carrera. A partir de ahí empezó a abrir hueco y sólo Márquez fue capaz de aguantarle el ritmo.

El español le metió la moto en un par de ocasiones para intentar superarle, pero hoy Rossi estaba en modo campeón (ya dio el primer toque en el warm up) y nada podía pararle. El italiano, a sus 37 años, pilotó con el talento que hace que las gradas vibren en cada adelantamiento. Y además de talento y ambición (parafraseando a Stoner tras el toque de Jerez), llegó el gesto del talante. El apretón de manos en el parque cerrado con Márquez, un gesto esperado y aplaudido, un momento muy esperado y que quizá, desde el cielo, propició Luis Salom.

Por detrás, la lucha de Pedrosa con Viñales se saldó con podio para el primero tras varios errores del de Roses que le relegaron a la cuarta posición. La cruz de la carrera fue para Lorenzo. En una acción muy arriesgada se llevó por delante al mallorquín. Al de Ducati, además de una bronca ‘monumental’ del equipo, le han quitado dos puntos del carnet y saldrá último en Assen.

Quinta posición para Pol Espargaró, que nada más cruzar la meta cogió una pancarta con el 39 de Salom con la que dio la vuelta de honor. Crutchlow finalizó sexto, por delante de Dovizioso, Bautista, Petrucci y Barberá, relegado a la décima posición, aunque salía cuarto. Tito Rabat fue decimocuarto y Aleix Espargaró se tuvo que retirar en un fin de semana inolvidable para el motociclismo, que ha rendido el homenaje más bonito que se podía hacer a Ljis Salom. Va por ti, campeón.