Del cole a la pole

Photo by Maverick25racing.com

Cuando cada domingo uno se sienta a ver las motos, concretamente la categoría de Moto3, no deja de sorprenderse por la juventud de los pilotos que se juegan la vida en cuerpos a cuerpos que ponen los vellos como escarpias.

Son chavales que todavía deberían estar cursando sus estudios en el colegio o en el instituto, pero que han preferido dar prioridad a su verdadera pasión: las motos. Están sacrificando las fiestas con los amigotes, los botellones, las primeras novietas… en fin, todo aquello que hace normalmente un adolescente de 16 años.

Pero ahí están Maverick Viñales, Romano Fenati y una larga lista de nombres que no podría enumerar porque faltaría espacio en este post, que han decidido marcar la velocidad de su vida, luchar por ser campeones, con una ambición indescriptible y también, por qué no, con un talento innato para conducir una máquina tan potente.

Hasta hace poco le pasaba lo mismo a Marc Márquez, también con un hermano Álex, de apenas 17 años. El hasta ahora líder de Moto2 celebraba sus éxitos Red Bull en mano, ya que no había cumplido la mayoría de edad y la FMI no le permitía brindar con cava.

Aquí tenemos al futuro del motociclismo y, sinceramente, nuestro reconocimiento para todos ellos. No es fácil cada fin de semana subirte a la moto, jugarte la vida y competir por ser el mejor. Es mucho más cómodo pedirle la paga a papá, salir de ligue y a otra cosa, mariposa.

Desde aquí nuestro aplauso, apoyo y la más sincera enhorabuena. Unos llegarán y otros se quedarán en el camino, pero todos son dignos de una admiración que desde aquí les procesamos. ¡Gracias!