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Marc Márquez ya forma parte de la historia de los grandes del motociclismo. Con tan sólo veinte años y 9 meses se ha convertido en el campeón del mundo más joven de MotoGP, algo que ni él mismo soñaba cuando subió al podio por primera vez este año en Qatar.
Un tercer puesto en la carrera de Cheste le ha servido para hacerse con un título que pudo llegar en Australia o en Motegi, pero que la descalificación y las dos victorias seguidas de Lorenzo retrasaron hasta Valencia.
Y allí, ante más de 100.000 aficionados, el piloto del Repsol Honda cruzaba la meta y cumplía su sueño y el de miles de fans que le acompañaron en este día tan especial en el trazado de Ricardo Tormo.
Testigo de excepción de este momento fue su gran rival, Jorge Lorenzo, subcampeón de la categoría reina, que arrancó con fuerza en la salida y tiró sin cesar en busca de un error del “novato” que no llegó. El mallorquín, incluso, en un adelantamiento de Pedrosa, estuvo a punto de irse al suelo con el catalán, muy motivado en una pista en la que ha ganado seis veces.
Este error hizo que Dani perdiera varias posiciones, pero inició una remontada que le haría llegar y pasar a su compañero de equipo a unas pocas vueltas del final, quedando segundo en esta carrera en la que de nuevo Rossi se tuvo que conformar con la cuarta plaza y en la que Cal Crutchlow, que se despedía de Tech3, se fue al suelo.
Pero todo esto no son más que anécdotas de un día histórico: el 10 de noviembre de 2013, cuando Marc Márquez logró el título Mundial de MotoGP en el año de su debut. ¡Enhorabuena, campeón!