El estado del piloto Michael Schumacher se mantiene estable, dentro de la gravedad, según explicaron los médicos que le atienden desde que sufriera un dramático accidente el pasado día 29 mientras esquiaba en una estación francesa.
Tras dos intervenciones para reducirle los edemas cerebrales, el siete veces campeón del mundo de F1 se encuentra en coma inducido, aunque ha experimentado una ligera mejoría en las últimas horas.
El kaiser se encuentra acompañado por su mujer, Corina, sus dos hijos y su hermano Ralf, que vivieron un desagradable capítulo cuando un periodista disfrazado de cura intentó acceder a las dependencias donde se encuentra ingresado.
Mientras, a la puerta del hospital de Genoble se concentran muchos aficionados que han llenado los alrededores con banderas de Ferrari y fotos del emblemático corredor germano, que atraviesa uno de los momentos más delicados de su vida, a pesar de que ya había sufrido dos graves contratiempos, uno en Silverstone en 1996, tras sufrir un fuerte impacto con su monoplaza, y otro en Cartagena, cuando participaba en un test de Superbikes.