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Tito Rabat volvió a ganar. Y esta vez lo hizo en casa. En el circuito de Montmeló, después de una sensacional carrera que no empezó bien para el catalán, ya que perdió posiciones de salida que, poco a poco, y con la maestría que muestra sobre la moto, fue recuperando hasta ponerse de nuevo primero y cruzar así la línea de meta.
Podio también para un increíble Maverick Viñales, sorprendiendo otra vez en la categoría intermedia, y para Johann Zarco, que aprovechó un error de Luthi para hacerse con el tercer cajón.
Carrera muy accidentada, en la que casi de salida se fueron al suelo Corsi y Krummenacher. A partir de ahí sería un rosario de accidentes, el más fuerte, sin duda, el de Luis Salom, que a punto estuvo de ser arrollado por Jonas Folger si el alemán no desvía su trayectoria a sabiendas de que también se iba al suelo. Un gesto, el del germano, que le ha servido para ganarse el respeto de los moteros, que ya ven en él a un corredor con muchas posibilidades de despuntar en Moto2.
Salom se fracturó el dedo meñique en el golpe y esta tarde será operado en la Clínica del doctor Mir en Barcelona.
Jordi Torres fue otro de los que no terminó. El de Rubí iba buscando el podio cuando perdió el control de su moto, que golpeó a Dominique Aegerter, que, por fortuna, no sufrió daños y sólo perdió posiciones.
Cortese, Simeon y Alex de Ángelis completan la lista de abandonos en una prueba en la que Ricky Cardús, que definitivamente abandona el CEV para seguir en el Mundial de Moto2 en el lugar de Mariñelarena, logró la mejor posición de su vida en carrera, lo mismo que le sucedió a Axel Pons, que cruzó la línea de meta en octava posición.