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Valentino Rossi firmó una nueva pole de récord, la 51 en la categoría reina, en la Catedral del motociclismo. La última pole que se disputará un viernes en Holanda, ya que el GP cambiará sus fechas el próximo año. El italiano ya dio un aviso en la rueda de prensa del miércoles. Sabe que un punto de diferencia en el Mundial con Jorge Lorenzo no es nada. Y entonces él mismo comentó lo mucho que perdía en carrera clasificando tan atrás como lo ha hecho esta temporada.
Dicho y hecho. En los primeros libres se impuso al resto de corredores, dejando claro que Assen no iba a ser una qualy más. Y en clasificación, cuando todas las apuestas apuntaban a Lorenzo o Márquez, Rossi sacó lo mejor de sí y se marcó un vueltón impresionante que, además, terminó con el récord de la pole, en manos de su ‘íntimo’ enemigo, Casey Stoner.
Assen se convirtió en una nueva fiesta amarilla. Alegría desbordada entre los miles de rossistas que llenaban el circuito y que ven cómo mañana su piloto tiene una gran oportunidad de ganar la carrera y sacar unos puntos que pueden ser de oro a Lorenzo, quien partirá octavo, después de una racha impresionante en la que ha encadenado cuatro victorias consecutivas.
Segunda posición para Aleix Espargaró, el poleman de 2014 en esta pista, y tercera para Márquez, quien llegó a estar al frente de los tiempos. Pedrosa saldrá cuarto, seguido de Pol Espargaró, Iannone y Crutchlow.
Impresionante parrilla que hace presagiar una gran carrera para mañana. Una carrera que pasará a la historia, ya que será la última que se celebre un sábado en Assen, Que gane el mejor.