Coincidiendo con el inicio de la segunda tanda de test oficiales en Montmeló, y con un par de semanas de retraso con respecto al resto de escuderías, Toro Rosso ha presentado el STR11, el monoplaza que pilotarán el español Carlos Sainz y su compañero de equipo, Max Verstappen.
De este modo, queda cerrada ya la plantilla completa de F1 para 2016, en la que la principal novedad es la llegada de Haas (una filial de Ferrari), y que no ha sentado muy bien a algunos pilotos veteranos.
El Toro Rosso, también con motor de la casa de Maranello, se queda este año sin uno de sus grandes patrocinadores, Cepsa, y luce un diseño atractivo, con el negro como color predominante.
Ahora es el momento de que los dos jóvenes talentos que se pondrán a los mandos del monoplaza tengan un poco más de suerte que el año pasado (donde los contratiempos más inesperados se sucedieron durante las carreras) y que planten cara a los todopoderosos Mercedes, quienes, de momento, ya han visto Ferrari ha hecho para 2016 un coche pensado para ganar.