Nico Rosberg dio el primer aviso en la carrera de Australia, donde se impuso a su compañero de equipo, Lewis Hamilton. Doblete de Mercedes, que sigue sumando después de dos años de dominio absoluto.
Aunque en la salida fueron los Ferrari de Vettel y Raikkonen los que se pusieron en cabeza, la bandera roja y la falta de fiabilidad en el monoplaza del finlandés, que acabó en llamas, terminaron diluyendo las opciones de triunfo de la fábrica de Maranello.
Con eso y con todo, Vettel, que a punto estuvo de perder el control del coche al pisar el césped a pocos giros del final, subió al podio, mientras Riccardo, cuarto, se desdibujaba vuelta a vuelta.
Massa, que salió bien, se tuvo que conformar con la quinta posición. La sopresa del día la dio Grosjean, con el Haas, sumando 8 puntos en el inicio del campeonato.
Bastante peor le fueron las cosas al otro Haas, el de Esteban Gutiérrez, al que se llevó por delante a Fernando Alonso. El asturiano dio varias vueltas de campana. Monoplaza destrozado, pero sin graves secuelas físicas para el español, quien tuvo que pasar el preceptivo reconocimiento médico para descartar lesiones.
La ambición de Verstappen le superó una vez más. Insistente en que su ritmo era mejor que el de Sainz, terminó haciendo un trompo que a punto estuvo de arruinar la carrera de su compañero de equipo. Finalizaron noveno y décimo por detrás de Bottas y Hulkenberg.
A partir de ahí, fueron cruzando la línea de meta Palmer, Magnussen, Pérez, Button, Nars y Wehrlein.El Red Bull de Kyvat se paró antes de apagarse el semáforo y no pudo tomar la salida. Tampoco terminaron Ericsson y Raikkonen.