Aunque todavía quedan tres meses para que comience el campeonato de MotoGP, parece ser que los equipos punteros ya han empezado a mover ficha para evitar una ‘guerra de galaxias’ o, mejor, de galácticos.
El fichaje de Jorge Lorenzo por Ducati ha hecho que la casa italiana, según las últimas informaciones publicadas por distintos medios, den un ‘toquecito’ al mallorquín para evitar un conflicto entre sus seguidores y los del que hasta hace pocos meses era su íntimo enemigo, Valentino Rossi.
Por lo visto, a nadie le interesa un conflicto que podría perjudicar a la marca de Borno Panigale, ya que de todos es conocido el fervor popular que despierta ‘Il dottore’ y la poca simpatía que sus seguidores sostienen por el piloto español, que fue creciendo tras el polémico final de 2015 y siguió con un cruce de declaraciones polémicas e indirectas que ambos han mantenido durante 2016.
Ducati quiere una relación políticamente correcta entre ambos corredores, de nuevo favoritos para luchar por el título junto con el vigente campeón, Marc Márquez.
Tras una temporada en la que volvieron a subir al podio con sus dos pilotos, Andrea Ianonne y Andrea Dovizioso, ahora su interés se enfoca en seguir sumando, en lograr la moto puntera que sea capaz de plantar cara a las Honda y a las Yamaha.
Saben que han fichado a un deportista el talento suficiente para devolverle la gloria perdida, pero también son conscientes de que necesitan paz en los boxes para no dañar una imagen que es icono en los circuitos de todo el mundo. Los ‘ducatistas’, al igual que los ‘rossistas’, llenan las gradas de rojo y amarillo, de fervor y pasión.
Nada peor que una guerra sin sentido que lejos de beneficiar a alguien, podría terminar con un conflicto entre ambas aficiones. Y ahora que parece que la calma ha vuelto al paddock, lo que quiere la afición es disfrutar de las carreras, del espectáculo y de todo lo bueno que está por venir. ¡Que así sea!