A estas horas, cuando los médicos han confirmado daños cerebrales irreversibles en Nicky Hayden, todo el mundo del motociclismo reza por el chico de Kentucky. Hayden estaba de descanso en Italia, concretamente en Cattolica, una lugar idílico de vacaciones, muy cerca de Coriano, el pueblo natal de Marco Simoncelli, y de Tavullia, el pueblo natal de Valentino Rossi, uno de sus mejores amigos.
Era uno de los lugares favoritos del corredor americano. De hecho, solía ir con su bici hasta la rotonda del circuito de Misano y allí ‘saludaba’ a Supersic cada mañana. Y junto a él su novia, Jackie.
Ambos eran unos enamorados de Italia. El destino, cruel hasta el final, quiso que el 17 de mayo (fecha del fatal accidente), Jackie colgara en Instagram esta foto. Nicky Hayden, su chico, de rodillas en una góndola veneciana pidiéndole matrimonio.
Lo había hecho el 6 de mayo de 2016 y ella iba colgando fotos de los vestidos que le gustaban o de las flores que él le regalaba cuando iba al podio. Existía una gran complicidad entre la joven y enamorada pareja.
La alegría infinita de aquel 17 de mayo de 2016 por lo que el amor había unido, se ve truncada ahora por el gravísimo estado de salud del piloto. Su chica ha estado al lado de él desde el primer momento hasta que en la tarde de ayer llegaron la madre de Hayden, Rose, y su hermano Tommy. De hecho ella fue la protagonista del que quizá fuera el último paseo de la pareja, precisamente en bicicleta, apenas 23 horas antes del accidente.
Ambos tendrán que tomar una decisión mucho más complicada. El cuento de hadas se transformó en una pesadilla que todos deseamos que termine bien, pero que a medida que pasan las horas van minando las esperanzas de un final feliz. #GoNicky