El italo-brasileño quiere dar el salto a MotoGP con el título de Moto2 bajo el brazo y lo persigue a base de victorias. La de Austria es la séptima de la temporada y la séptima vez que sube al podio en lo que va del año.
Y es que el 21 parece que solo aspira al escalón más alto. Por detrás, incapaces de recortarle puntos al líder esta carrera, Álex Márquez y Tom Luthi, los únicos con ritmo suficiente para seguir el ritmo de Morbidelli. Desde los primero compases de carrera se ha visto que iba a ser una lucha entre los tres primeros clasificados de la general.
Parecía que Morbidelli tenía ritmo para escaparse, pero Márquez y Luthi no lo permitían, siguiendo la estela del italiano. Aún así, el hecho de que el español y el suizo se molestaran constantemente, les impedía plantar cara de manera directa al líder de la carrera hasta el último tercio.
Un esfuerzo en vano, porque nada tenían que hacer contra el italiano, que defendía la victoria con uñas y dientes. El que poco a poco se iba acercando por detrás era Oliveira, que ha aprovechado el momento en el que los de cabeza se molestaban entre sí para echarse encima de ellos.
Finalmente, se iba al suelo a cuatro giros del final al perder el control de su KTM en la curva ocho. Cedía así la cuarta plaza a Bagnaia, ya sin posibilidades de llegar a las posiciones de podio y con Pasini a más de siete décimas. Nakagami, Binder, Navarro, Aegerter y Syahrin completaban las diez primera plazas.
Por detrás, los hermanos Pons cruzaban línea de meta 13 y 14, con Axel por delante, después de mantener una pelea a lo largo de toda la carrera. Augusto Fernández lo hacía en la decimosexta posición e Iker Lecuona era el último en acabar con dos vueltas perdidas a causa de un accidente que ha tenido lugar en la primera curva al inicio de la prueba.
Texto: Cristina Mondéjar Caballero (colaboradora)