Marc Márquez ganó en Le Mans, un circuito que nunca se le dio bien a Honda, y dio un golpe de efecto al Mundial con las caídas de dos de sus máximos rivales: Andrea Dovizioso y Johann Zarco.
El italiano se fue al suelo cuando consolidaba un adelantamiento a Jorge Lorenzo para acercarse a la cabeza, mientras que el galo vio como su sueño de ganar en casa se esfumaba cuando la Yamaha lo escupía a la grava en una de las muchas caídas sin consecuencias de este complicado GP de Francia.
El podio lo completaron Danilo Petrucci, con la Ducati satélite del Pramac Racing, y Valentino Rossi, feliz por estar de nuevo en el parque cerrado en un circuito fetiche para el nueve veces campeón del mundo.
El ‘top ten’ lo completaron Jack Miller, Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo, Maverick Viñales, Cal Crutchlow (que finalmente corrió tras el espectacular accidente que sufrió el sábado en la Q1), Aleix Espargaró y Álex Rins.
Pol Espargaró finalizó undécimo, mientras que los otros pilotos españoles en la categoría reina, Álvaro Bautista y Tito Rabat, se cayeron en las primeras vueltas. Tampoco completaron la prueba Redding y Iannone.
Tanto en el parque cerrado como en la ceremonia del podio ni Marc Márquez ni Valentino Rossi se miraron a la cara después de que su relación se rompiera, quizá de forma definitiva, cuando el español tiró al italiano en Argentina. Petrucci, mientras tanto, no podía ocultar su cara de felicidad, ya que este segundo puesto le acerca a la Ducati oficial de Lorenzo o, por lo menos, a mantener la plaza en el Pramac para los próximos 2 años.