Cuatro años después de que la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) pusiera en marcha el carné por puntos, con el que se penalizaba las acciones irresponsables de los pilotos en la pista, los mandamases de esta institución han decidido dar marcha atrás y retirar un método de sanción que nunca terminó de convencer a nadie.
La decisión, tomada en el transcurso del GP de Qatar, se ha tomado al considerar que los comisarios ya tienen suficientes elementos sancionadores siempre y cuando un piloto se salte el reglamento.
Lo realmente sangrante de la decisión es la consecuencia directa que ha tenido para los corredores. Ahora es cuando hay que preguntarse qué hubiera pasado en Sepang 2015 tras la polémica acción de Rossi con Márquez, que terminó con el de Cervera en el suelo y también con el sueño del italiano de lograr su décimo título, que ya acariciaba con la mano después de dominar con contundencia todo el campeonato y ser obligado a partir último en parrilla en la carrera de Cheste.
Y cuidado, que nadie está poniendo en duda que la acción sea sancionable (después más de un año y medio no se ha demostrado si realmente hubo patada o si en el toque le dio a la maneta del freno de la Honda) y tampoco conviene remover la ‘mierda’ ahora que la cosa está más o menos calmada.
En cualquiera de los casos esta decisión llega tarde. No se puede dar marcha atrás en el tiempo. Bien es cierto que más vale tarde que nunca. Y que a partir de ahora los corredores tendrán su sanción, sí, pero no tomada en el patio de colegio que se convertía Dirección de Carrera cada vez que salía la lista de ‘afectados’.