Andrea Dovizioso ganó la carrera de Malasia y logró los puntos suficientes para dejar el Mundial de MotoGP más emocionante de los últimos años abierto hasta la última prueba del año, que se disputará en el circuito de Cheste en dos semanas.
Aunque Márquez partía séptimo y no le había ido muy bien con la Honda durante la jornada de clasificación, donde se cayó, realizó una buena salida, que le llevó a colocarse en cabeza y a empezar a acariciar una corona que sería suya con cruzar meta por delante del italiano.
Pero Lorenzo y Zarco también cogieron velocidad de crucero nada más apagarse el semáforo. De hecho, sería el galo el primero el relegar al de Cervera hasta la segunda posición y encabezar el grupo durante muchas vueltas.
Dovizioso, que salía tercero, y que sabía que al menos necesitaba recuperar puntos con Márquez para no decir adiós al campeonato, se mantenía en una discreta cuarta plaza. Pero una vez más la lluvia hizo acto de presencia, no de forma exagerada, pero sí en la justa cantidad para que el ritmo de unos se fuera ralentizando y el de otros creciendo,
Y precisamente los que crecían eran los dos pilotos de Ducati, mientras que las Yamaha oficiales se hundían en la mitad del pelotón.
Lorenzo empezó a tirar con fuerza con la clara intención de abrir hueco y Dovizioso siguió su estela. Ambos cogieron la distancia suficiente para que ni Zarco ni Márquez, los únicos con opciones a llegar, los alcanzaran.
Comenzaba entonces el gran dilema en la casa de Borno Panigale. Nadie se atrevía a apostar si el mallorquín iba a dar prioridad a su primera victoria en MotoGP con la desmosedici o iba a echar un cable a su compañero de equipo para que Márquez no se coronase campeón en la primera bola de partido que tenía esta temporada.
En los últimos giros la lluvia arreció con fuerza y Lorenzo tuvo una pequeña salida de pista, que sirvió para que el italiano cogiera la cabeza de carrera y ganara, lo que le permite llegar a Cheste con 5 puntos.
Es decir, que para ganar este Mundial, Dovizioso tiene que ganar en Valencia y Márquez ser duodécimo. Una opción que se antoja complicada, pero no imposible. Hay que recordar que en 2009, cuando Simoncelli buscaba su segundo título de 250cc, se fue al suelo, y Aoyama, que había cometido varios errores y se encontraba en la undécima plaza, se hiciera con el campeonato.
El top ten lo completaron Pedrosa, Petrucci, Rossi, Viñales, Miller y Pol Espargaró. Los otros tres españoles en carrera, Álvaro Bautista, Héctor Barberá y Tito Rabat, clasificaron en undécima, decimocuarta y última posición, respectivamente.
No terminaron por caídas Álex Rins, cuando marchaba sexto, Sam Lowes, Karel Abraham y Loris Baz.