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Ir al GP de España de Fórmula 1 no es algo, que salvo algunos privilegiados, se pueda repetir muchas veces. Por este motivo hoy os queremos dar una pequeña guía para que no perdáis detalle y paséis unos momentos inolvidables en el circuito de Montmeló.
La primera cita importante para cualquier aficionado llega el jueves, donde se abre el pit lane a todo el público que tenga la entrada para los tres días. Es un lujo poder pasear por delante de los garajes y ver los monoplazas a tiro de piedra, mientras los mecánicos trabajan en la puesta a punto para los libres del día siguiente.
Además, los pilotos suelen estar en el trazado ya ese día, con lo cual es más que fácil que puedas verlos, fotografiarte con ellos y conseguir un autógrafo.
Esta jornada es la única en la que no funciona el autobús que se fleta especialmente en Barcelona para llegar hasta Montmeló. A partir del viernes, ésta es la mejor forma de llegar allí. Se ubican en la céntrica plaza de San Joan y te dejan en la puerta del circuito. También hay trenes, pero paran en la estación del pueblo y hay que darse una pequeña caminata.
Una vez en que llegues allí, no está demás que te compres unos tapones (si es que no los llevas ya en la mochila). El ruido de los coches es tan impresionante como molesto a los oídos. A partir de ahí, prepárate para disfrutar, porque además de la actividad en pista, los equipos suelen preparar sesiones de autógrafos con los corredores, hay atracciones gratuitas y pagadas, como simuladores de F1 y un montón de tiendas para adquirir el merchandising de tu piloto favorito.
Hay que recordar que entre medias de los libres y las clasificaciones de la «categoría reina» se puede disfrutar de la conducción de los más jóvenes en la GP2.
El domingo, aunque nos cueste un poco, merece la pena madrugar. Es la jornada de la carrera y el ambiente crece. Normalmente los responsables del trazado programan actividades para animar al público a acudir pronto a las instalaciones y evitar así atascos de última hora.
Uno de los momentos más divertidos de ese día es el drivers parade, una vuelta en coches descapotables de los pilotos, que aprovechan para saludar a los aficionados que llenan las gradas.
A las dos llega la hora de la verdad, la salida de los 22 monoplazas. La sensación es indescriptible. Hay que probarla para saber lo que se siente en este momento en que arranca el GP.
Por último, os diremos que llevéis ropa y calzado cómodo, que no olvidéis agua para hidrataros, porque casi siempre suele hacer mucho calor, una gorra para cubriros la cabeza y un protector solar que evite quemaduras en la piel.
Una vez dicho esto. Sólo desearos que disfrutéis a tope de una aventura única. Querréis repetir seguro.