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Dani Pedrosa fue el ganador de la carrera de MotoGP en Sepang, un circuito talismán para el piloto de Repsol Honda, donde hace 10 años se proclamó campeón del mundo de 125 cc y en el que el año pasado también cruzó la línea de meta en primer lugar.
A pesar de que la clasificación del sábado no fue buena, el catalán realizó una gran salida, junto con Lorenzo, que adelantó a Márquez y se puso primero. La lucha de estos dos últimos propició que el dorsal 26 aprovechara la oportunidad para pasarlos a ambos y comenzar a tirar fuerte. De tal manera que, exceptuando las primeras vueltas, el resto de la prueba fue una especie de carrera en solitario de los cuatro magníficos de la categoría.
Márquez, segundo, dejó prácticamente sentenciado el campeonato. Una victoria en Australia (próxima cita del calendario) y un tercer puesto de Lorenzo le darían automáticamente el título en el trazado de Phillip Island.
Tercera posición para Jorge Lorenzo, que cedió más puntos en su lucha por el mundial y cuarta para un Valentino Rossi que buscó el podio con todas sus ganas para dedicárselo a su amigo Marco Simoncelli, fallecido en la pista malaya hace casi dos años, y al que recordó en la vuelta de honor portando una bandera con el 58 ante la aclamación de los miles de seguidores que tiene allá donde va.
Bautista se enfrascó en una batalla con Crutchlow por la quinta plaza, con la que finalmente se hizo, mientras que Espargaró terminó noveno, afianzándose en su particular lucha en el campeonato de CRT, que ya domina con más de 50 puntos sobre el resto de rivales.
Iannone y Hayden abandonaron por problemas mecánicos y Bradl, operado ayer de la fractura de tobillo que sufrió en la FP4 presenció la carrera desde la grada sin perder la sonrisa y con la intención de volver a subirse a la moto el próximo fin de semana en Australia.