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Paradojas de la vida, en el circuito de Silverstone fue la bandera española la que ondeó más alto. Primero Espargaró, luego Lorenzo y, por último Viñales, lograron el ansiado triplete de victorias en tres carreras de las que hacen historia.
Espargaró se quito la espinita, tras su caída y el incidente con Márquez en Montmeló, y cruzó la línea de meta después de superar a Redding y Smith, que comenzaron liderando el grupo, y de dar una muestra de garra, coraje y valor. Impresionante triunfo del catalán, que recuperó unos puntos de oro para luchar por un Mundial que ahora lidera Marc Márquez (tercero).
Y de oro no, de platino, fueron los que consiguió Jorge Lorenzo, que no salió demasiado bien, pero que protagonizó una espectacular remontada, dejando por detrás a su principal rival por el título, Casey Stoner, y a la otra Honda, la de Dani Pedrosa, que subió al tercer cajón del podio.
Quedaba la guinda del pastel. Y esa la puso Maverick Viñales con su talento sobre dos ruedas. A pesar de la increíble lucha que protagonizaron un grupo de siete pilotos, entre los que se encontraban Cortese, Salom y Fenati, entre otros, el de Figueras consiguió en la última vuelta abrir el hueco suficiente para cruzar la meta en primera posición y afianzar su liderato.
En definitiva, gran jornada para los españoles que dejaron el pabellón muy alto en un gran premio que ya es historia y que, sin dudarlo, pasará a la historia del motociclismo. ¡Queremos más!