Durante horas ha estado circulando el rumor de que el siete veces campeón del mundo de F1, Michael Schumacher, había muerto. Han sido los médicos del hospital de Grenoble, donde permanece ingresado, los encargados de desmentir, otra vez más, una noticia que de nuevo alarmó a los miles de seguidores que el kaiser tiene por todo el mundo.
Los facultativos, efectivamente, confirmaron que el corredor alemán seguía con vida, pero no desmintieron que pudiera haber entrado ya en estado vegetativo persistente. Malas noticias para la familia del motor, que ve cómo la vida de un grande, tanto como persona y como deportista, pende sólo de un hilo. Schumacher sufrió un fuerte golpe cuando practicaba esquí con su hijo, el pasado 29 de diciembre, y desde entonces ha permanecido sedado por la gravedad de las heridas en el cerebro.
Los galeanos empezaron a retirarle parte de la sedación hace un par de días y en un principio el piloto respondía con gestos a sus preguntas, aunque parece ser que la situación lejos de mejorar ha empeorado. #KeepfightingMichael