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No hay quinto malo. Y eso ha debido de pensar Nico Rosberg, que en el quinto GP de la temporada ha firmado la primera pole de la temporada y ha quedado por delante de su compañero, no amigo y desde hace un par de años eterno rival, Lewis Hamilton. Un tiempo de 1’24’681, conseguido en el primero de los dos asaltos que realizaron los 10 pilotos que lucharon en la Q3 le sirvió para salir primero mañana en parrilla.
Una posición de privilegio ya que las estadísiticas dicen que el que sale primero en Barcelona tiene casi todas las papeletas para ganar la carrera, salvo accidente o error, cosa poco probable en un corredor con la experiencia y el monoplaza de Rosberg. Pero como en F1 no hay nada escrito, habrá que esperar a que se completen todas las vueltas para ver si esto es así.
Hamilton, que llegó al box con cara de malas pulgas, partirá segundo, seguido de los Ferrari de Vettel y Kimi Raikkonen (los únicos capaces de estar a la “altura” de los intocables Mercedes”). La sorpresa para la afición española esta vez no la ha dado Alonso, o sí. Depende de cómo se quiera mirar. El asturiano con el McLaren no logró superar el corte de la Q3 y partirá décimotercero. Complicado puesto para el bicampeón del mundo, que aún así mandaba un mensaje positivo a sus seguidores tras la clasificación. Pero la auténtica sopresa fue la que regaló a la afición de Montmeló el debutante Carlos Sainz, quinto con su Toro Rosso, después de una sesión impecable, donde acaparó los aplausos y la admiración de público, compañeros y medios de comunicación.
Además, partirá por delante de otro de los rookies del año, Mark Verstappen y de los hermanos “mayores” de la escudería, los Red Bull de Ricciardo y Kyvat, que octavo y décimo respectivamente, con el Williams de Felipe Massa entre ellos.
Por detrás, los Lotus de Grosjean y Maldonado, Alonso, Button, Nars, Ericcson, Hulkenberg, Pérez, Stevens y el tercer español en discordia, Roberto Merhi, que tiene en su medallero particular el haber terminado las tres carreras en las que ha participado con su Manor, un coche que tiene mucho, pero que mucho que mejorar para llegar a la altura de los talones a los grandes. ¡Enhorabuena, Roberto!