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No es casualidad que Thomas Pagès esté considerado como uno de los mejores riders del Red Bull XFighters. Sus dos victorias consecutivas en Madrid en 2013 y 2014 y, sobre todo, su título de campeón del mundo en 2013, le han encumbrado al Olimpo de las grandes estrellas del freestyle.
Si hay algo que hace único a Pagès son su inagotable originalidad y su depurada técnica, gracias a esto ha conseguido deslumbrar al público con trucos nunca antes vistos y ejecutados con una precisión y un estilo inimitables, como fueron los increíbles Special Flip y Bike Flip con los que se alzó con sus dos victorias en Las Ventas.
Pero la cabeza del rider galo no deja de ‘maquinar’ y, consciente de que el nivel del Red Bull X-Fighters no deja de subir, ahora, más allá de sus increíbles acrobacias, busca una revolución técnica que podría llevarle directo a su segundo título mundial y, además, cambiar la historia del motocross freestyle para siempre.
En colaboración con su inseparable mecánico, Guillaume Davion, juntos han diseñado una nueva moto fabricada con algunos componentes de fibra de carbono. Con ello se ha conseguido rebajar el peso de su Yamaha YZ 250 en unos 15 kilos. Antes de su estreno en competición esta temporada (en la parada de México) el técnico hablaba así de la nueva moto de fibra de carbono:
“Creo que es la moto más ligera que jamás se ha utilizado en la historia del Red Bull X-Fighters”, dijo Davion, que ha hecho a mano las modificaciones. “Es 15 kilogramos más ligera que la moto con la que Tom competía el año pasado, que pesaba alrededor de 100 kilos”.
Aunque el chasis sigue siendo de aluminio completado con algunos componentes de titanio, el bastidor auxiliar y el soporte del asiento han sido cambiados por unos nuevos de fibra de carbono. También las palancas de freno y caja de cambios han sido aligeradas, así como los discos de freno, ahora están perforados para reducir aún más el peso y las horquillas de la moto utilizan aire en lugar de muelles.
Fue el propio Pagès quien tuvo esta revolucionaria idea buscando soluciones para resolver el problema de cómo volar más alto en sus espectaculares trucos, así como en los próximos con los que piensa ampliar su repertorio. Menos peso exige menos esfuerzo para el motor de la moto, un factor importante en un deporte donde los riders llegan a volar a 15 metros de altura sobre distancias de más de 30 metros.
Tom Pagès lleva probando esta nueva moto desde el pasado otoño, sin embargo, el francés admite que aún falta tiempo para dominarla completamente. La moto reacciona de una forma totalmente nueva en sus complejas ‘coreografías’ aéreas: “Es muy diferente a lo que estoy acostumbrado”, dice, “por ahora estamos haciendo un montón de ajustes, y cada vez que haces un cambio, tienes que volver a empezar de cero. Pero estoy entusiasmado con las posibilidades”.
En México, Tom Pagès logró llevar al podio su nueva moto de fibra de carbono en su debut en competición. Quizá en Madrid consigan la primera victoria de lo que podría ser una nueva era para el freestyle.