Marc Márquez ganó en Australia, en una carrera épica, en la que él, junto a Lorenzo, Rossi y Iannone, protagonizaron un espectáculo que tuvo en vilo hasta la mismísima bandera a cuadros a los aficionados al motociclismo.
Márquez, que salía de la pole, se vio superado en la salida por Lorenzo, quien intentó irse en vano, ya que Iannone (quien tuvo que hacer una jugada maestra para que una gaviota no impactara directamente en su cara) se encargó de impedirlo. Rossi, que partía desde la tercera fila de parrilla, se iba deshaciendo de sus correosos rivales, mientras que veía como la cabeza intentaba abrir hueco. En el momento en que el líder del Mundial se unió al grupo, empezó el espectáculo. Lorenzo volvió a abrir hueco, llegando a conseguir una distancia de más de un segundo, pero hoy todos querían ganar. Valentino llegó a superar a Marc, que le replicó en tantas ocasiones como se vio sobrepasado.
Por detrás, Pedrosa quería llegar, aunque su esfuerzo fue en vano. En las últimas vueltas el grupo de cuatro se partió en 2. Por un lado Lorenzo, quien se ponía a liderar, seguido muy de cerca por Márquez, y por detrás un Iannone inconformista y con un auténtico misil en pista, y Rossi, tratando de minimizar daños en la clasificación del campeonato.
Cuando parecía que la situación se estabilizaba, Márquez dio el ‘golpe de gracia’ a Lorenzo, que no fue capaz de volver a pasarle, y el de Cervera sumaba así su victoria número 50 en un circuito donde nunca había vencido. En la misma línea de llegada, Rossi intentó sin éxito entrar por delante de Iannone, quien firmó un merecido podio.
Con este resultado, y a falta de 2 carreras, la distancia entre Rossi y Lorenzo en la lucha por el Mundial es de 11 puntos, por lo que el italiano sigue dependiendo de sí mismo para hacerse con el décimo. Le bastaría con ser segundo en ambas pruebas si Lorenzo ganará ambas. Más emoción imposible.