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Al final instó la cordura en este culebrón que empezó el viernes cuando Maverick Viñales no se presentó en su box para correr los primeros libres en Sepang y cogió un avión con destino a España. Entonces nadie se explicaba lo que podía haber pasado, pero sí había quien sentía que era una pena que el joven piloto de Roses hubiera tomado esa decisión tan precipitada como poco afortunada.
De acuerdo que el título Mundial se le había ido de las manos. Pero, ¿y qué? Un chaval con 17 años y el talento que ha demostrado cada vez que se sube a la moto tiene un gran porvenir por delante, en el que, por supuesto, no faltarán oportunidades para ganar en todas las categorías.
Lo que le pasó al piloto de Blusens huele más bien a que alguien de su entorno le calentara los cascos que a una decisión propia, porque, aunque hay quien le critica, y no sin razón, puesto que lo que hizo no está bien, igual que erró, ha sido capaz de rectificar. Ha pedido perdón a su equipo, a su gente y a todos esos miles de seguidores que disfrutan viéndole en su moto.
Hace unas horas la escudería Blusens Avintia ha anunciado que sí dejaran a Maverick disputar los dos grandes premios que quedan para concluir la temporada. Gran acierto. Y es que como reconocía el propio piloto en Motegi, el objetivo para este año ya era sólo ganar carreras y esperar al siguiente para no cometer algunos errores absurdos que le hicieron perder unos puntos de oro.
Pues eso, ahora a esperar a que ese dorsal 25 vuelva a brillar por la pista con esa emoción y ese espectáculo que sólo Viñales sabe ponerle, si bien es cierto que se presenta un futuro incierto, ya que no se sabe nada de su futuro para 2013. En cualquier caso, ¡bienvenido de nuevo, Mack!