Valentino Rossi y Marc Márquez han vuelto a coincidir fuera de la pista. Por exigencias del guión de Dorna, los protagonistas de la carrera donde se inició el cisma entre ambos, volvieron a la sala de prensa de Termas de Río Hondo, donde el de Cervera fue duda hasta el último momento por problemas con sus vuelos.
El encuentro entre ambos fue precisamente en una escalera donde se ha dibujado el rostro del italiano, y donde éste quiso inmortalizarse. Justo en este momento Márquez llegaba a la sala. Ni una mirada ni un saludo entre ambos.
Pero la cosa se suavizó en el transcurso de la comparecencia, donde Valentino lamentó la caída de Márquez, que no le permitió una lucha hasta cruzar la meta, y el español reconoció que ahí no empezó su ‘guerra’, reiterando que fue un lance de carrera tras cometer un error.
Junto a ellos, Jorge Lorenzo, Andrea Dovizioso, Pol Espargaró y Yonny Hernández. El mallorquín con ganas de seguir mejorando la Yamaha y de inaugurar marcador en Argentina, donde todavía no ha subido a lo más alto del podio. No quiso hablar sobre la oferta de Ducati. Sólo señaló que necesita estar concentrado para Termas y Austin y que lo que decida, de momento, quedará en su círculo más cercano”. En unas semanas dará a conocer la decisión.
También con hambre de triunfo el italiano, persiguiendo la añorada victoria para Ducati, después del brillante inicio de campeonato en Qatar; eso sí, con un auténtico torpedo, veloz como pocas. Espargaró, por su parte, no quiso dar pistas sobre su futuro en MotoGP (posiblemente vinculado a Sito Pons) y Yonny Hernández se mostró encantado de correr delante de su público.
Rossi, por su parte, manifestó que esperaba que Stoner estuviera en el Mundial, mientras que Dovizioso justificó la decisión del australiano argumentando que tendría que correr con la Pramac. Mañana, a las 2, toca hablar en pista.