Mucho se está hablando en estos días del fichaje de Jorge Lorenzo por Ducati, algo que el piloto ni confirma ni desmiente, si bien todo parece indicar que su contratación se hará público en días, si alguna filtración no hace que se adelanten los acontecimientos (hay que recordar que Ferrari anunció con sólo 25 minutos de diferencia la salida de Alonso y la llegada de Vettel en F1).
Sin embargo, Marc Márquez también queda libre para la próxima temporada. Y poco se está especulando sobre el futuro del piloto de Cervera, quien podría renovar con Honda, la casa que apostó fuerte por él y le subió directamente a una moto oficial en el Mundial de MotoGP, o quizá preferiría dar un cambio de aires a su carrera.
De momento, el catalán está relativamente feliz en HRC, y a pesar de los problemas con la moto durante 2015 y en la pretemporada, se quedaría allí. Sólo necesita mejores prestaciones, ya que cuenta con el gran respaldo de su equipo técnico y con el beneplácito de los jefes de la casa nipona.
Sin prisa para firmar papeles, y con una discreción total en sus negociaciones (aunque lleva moviendo fichas varios meses ya), seguramente que su destino se sabrá, como viene siendo habitual, una vez que pase Brno, cuando la temporada esté ya avanzada y se vaya vislumbrando el panorama en el resto de escuadras.
Aunque se ha hablado, y mucho, de que Yamaha le ha tirado los tejos al doble campeón del mundo de la categoría reina, su mala relación con Valentino Rossi, que ya firmó su contrato por dos años más con la casa de los diapasones, hace inviable que ambos puedan compartir box.
Ducati tampoco era mala opción para Márquez, aunque, sin duda, tras el incidente de Sepang con Rossi, se puede decir que las puertas de la casa de Borno Panigale se le cerraron, ya que en Italia el español es considerado máximo enemigo del nueve veces campeón del mundo. A partir de ahí comenzó por la otra gran baza con la que querían jugar para 2017, Jorge Lorenzo, a quien ya todos ven vestido de rojo sobre la ‘Desmosedici’, que sólo ha sabido domar Casey Stoner.
La última opción para seguir en el campeonato con una moto de fábrica era Suzuki, cuyo mayor inconveniente es la falta de fiabilidad en pista, ya que Márquez es ambicioso y no quiere parar su palmarés con sólo 4 títulos en el bolsillo.
Márquez no tiene prisa. Él no. Está centrado en desarrollar la Honda para luchar por un nuevo título. Mientras tanto, Lorenzo soporta la presión mediática que se ha creado en torno a su figura, con todo lo que ello conlleva en un deporte de riesgo como el motociclismo.
Para cerrar capítulo, sólo un par de apuntes sobre Dani Pedrosa, cuyo futuro también está en el aire. Honda no parece tener mejor sustituto. Son muchos años de unión y, aunque no ha logrado el ansiado mundial, sí ha dado un buen número de victorias a HRC. Sobre su mesa, tiene la opción de dar el salto a KTM junto con Bradley Smith o, incluso, ocupar la vacante de Viñales si el de Roses finalmente se marcha a Yamaha.