Photo by Mercedes AMG Petronas
Lewis Hamilton (1’19’388), con su Mercedes, volvió a ser el más rápido en la sesión de clasificación del GP de Hungría y se impuso al líder del mundial, Sebastian Vettel, que saldrá desde la segunda posición en el circuito de Hungaroring, por tan sólo 38 milésimas.
Con ésta, el británico consigue su pole número 30 y la marca alemana la séptima de la temporada (4 de Hamilton y 3 de Rosberg). Tercera plaza para un crecido Romain Grosjean, al que seguirá el citado Nico Rosberg. Fernando Alonso tuvo que conformarse con la quinta plaza.
Kimi Raikkonen, que no ocultaba su desencanto por la “mala” calificación en las redes sociales se tuvo que conformar con el sexto puesto, mientras que Red Bull volvió a “jugársela” a Webber, dejándolo en el box cuando el australiano (décimo) aún tenía tiempo de salir y mejorar su registro. Notorio cabreo del corredor, que una vez más ve perjudicados sus intereses en favor de los de que compañero de equipo.
McLaren, que parecía haber mejorado cara a este último GP antes del parón vacacional, estuvo a punto de quedarse fuera de la Q3 con sus dos monoplazas, si bien en el último suspiro Sergio Pérez fue capaz de colarse en la lucha por la pole, mientras Button se quedaba sin parar el corte.
Debacle también en Williams, con Maldonado y Bottas impacaces de lograr un tiempo para colocarse entre los diez primeros y sorpresa en Force India con un Paul Di Resta que se quedó apartado de la lucha en la Q1.
La carrera, que dará comienzo a las 14 horas, estará marcada por las altas temperaturas que se esperan en el trazado húngaro, con una pista que puede llegar a alcanzar los 60 grados, lo que influirá en la degradación de los neumáticos.
Esta situación da un plus de positividad a los Lotus, con dos pilotos que cuidan mucho las ruedas, y otro de negatividad a Mercedes, que ya ha perdido varias pruebas por la falta de gomas capaces de soportar el calor.